2.5.25

La fábula de la vieja tortuga Clarisa.

  La fábula de la vieja tortuga Clarisa

La fábula de la vieja tortuga Clarisa puede ser una variación de la historia de la liebre y la tortuga, pero con Clarisa como protagonista. En este caso, Clarisa, una tortuga vieja y sabia, acepta el desafío de una joven y presumida liebre, demostrando que la perseverancia y la sabiduría pueden superar la velocidad. 

El cuento:
Una vez, en un próspero bosque, vivía una liebre joven y presumida, que se burlaba de la lentitud de la tortuga Clarisa. Clarisa, una tortuga vieja y sabia, escuchaba con paciencia las burlas de la liebre. Un día, la liebre desafió a Clarisa a una carrera, confiada en su velocidad. 
Clarisa, aunque lenta, aceptó el desafío, demostrando que la sabiduría no se mide por la velocidad. La carrera comenzó, y la liebre se alejó rápidamente, dejándola atrás. La liebre, confiada en su victoria, se detuvo a descansar bajo un árbol, olvidando el desafío. 
Clarisa, con su paso constante, avanzaba lentamente pero sin pausa. La liebre, al despertar, se encontró con que Clarisa ya estaba casi en la meta. Aunque la liebre corrió con todas sus fuerzas, ya era demasiado tarde. Clarisa llegó primera, demostrando que la perseverancia y la sabiduría pueden superar la velocidad. 
La moraleja: La fábula enseña que no se debe subestimar a los demás, y que la persistencia y la sabiduría pueden ser más importantes que la velocidad o la arrogancia. 

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