El Consejo De La Grulla. - Cuentos Con Valores.

El Valioso Consejo De La Grulla. 

 Esta es una fábula sobre el valor de la lealtad.

Nestor Yaya Garzon

 Hubo una vez un Sultán llamado Suleiman que gobernaba a todas las criaturas de la Tierra así como podía dirimir una pelea conyugal en su ciudad podría Igualmente arreglar una disputa entre cuervos y lechuzas a miles de kilómetros de distancia no había lugar ni criatura en el mundo remoto o insignificante que fuera  qué escapara a su sabio gobierno el planeta entero, descansaba con una manzana en la palma de su mano y él se entregaba a estudiar y vigilarlo como un mago frente a su esfera de cristal.

 Es de suponer que las tentaciones del placer
y del poder, asumiendo toda clase de apariencias asaltaran cada noche al magnífico Sultán, pero la sabiduría de su de Suleiman era infinita y siempre encontraba la manera de apartarse de estos sueños de tal forma que al llegar a cada mañana despertaba tan sensato y victorioso como siempre.

Un genio apareció con un mensaje. 

 Sucede que una vez sin embargo que a plena luz del día hallándose bien despierto, un genio apareció súbitamente en su corte, venía de un mundo invisible y traía un mensaje y una copa entre sus manos.

Majestad te quedan pocos días en la tierra le dijo si bebes el agua que te ofrezco vivirás hasta el fin de los tiempos, pero de no hacerlo rápidamente desaparecerás en el mundo de la nada.

 El sultán se quedó tan inmóvil y silencioso que por el momento el macizo trono de oro donde se sentaba pareció estar ocupado por una estatua, reaccionando por fin suleman llamó a sus asesores, y al poco tiempo se vio rodeado de un grupo de humanos y animales, destacados por ser más sabios en todos los oficios y entre todas las especies, les transmitió las misteriosas palabras del Genio esperando que lo iluminarán para tomar la decisión correcta, poco tiempo tuvo que aguardar ya que al instante todos los sabios lo alentaron a que bebiera el contenido de la copa.

El agua de la eterna vida

 Si alargas Eternamente tu vida mi gran señor ella será como un cofre sin fondo le dijeron, podrás atesorar tantas obras buenas en ella que los regalos de todos los seres del presente y del futuro no alcanzarán para recompensarte.

Nada en este mundo escapaba a la inteligencia de sus sabios consejos, aunque sus consejos a veces parecían confundirse con halagos en ellos, brillaban siempre la prudencia, el sentido práctico ello a Zuleman le resultaba sumamente útil, especialmente cuando se trataba de manejar los asuntos cotidianos de su reino. 

Pero esta vez se trataba de algo mucho más delicado y antes de tomar cualquier decisión preguntó,  ¿todos los sabios de mi reino se encuentran presentes? no,  la grulla no está! respondieron los sabios.

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Dos mensajeros fueron enviados a la grulla

 Pese a que un ejército de animales y personas dispersas a lo largo y ancho de la tierra lo mantenían al tanto de todo cuanto sucedía en sus dominios, no recordaba haber oído de la grulla en muchos años, aquella era en verdad muy extraña, y ansioso de verla pidió al caballo que saliera de inmediato y volviera de vuelta con el misterioso animal.

 La grulla sin embargo se había retirado desde hacía muchos - mucho a un pantano y no estaba dispuesta a involucrarse en los afanes del mundo, así que hizo caso omiso al mensajero y picado aún  más por la curiosidad Suleiman envió su mensaje de nuevo esta vez con el perro.

 En esa ocasión la grulla si acudió a su llamado y cuando el sultán la vio acercarse volando se le ocurrió que definitivamente algo hacía falta en su gobierno, los enigmáticos trazos que el ave  escribía en el cielo le hacían recordar los lejanos años de su infancia cuando los pájaros que parecían unos bufones misteriosos humanos y todo todo a su alrededor hasta los ejercicios de escritura que hacía el en su cuaderno parecía esconder algo oscuro y fabuloso.

 La grulla entró volando por la ventana y eso Fue suficiente para que el Palacio entero tan Sólido y firme hasta entonces pareciera de pronto a los ojos de Suleiman un paisaje confuso y voluble, extraído de algún sueño impredecible y hermoso ante tanto desvalidos y recuerdos, Suleman penso de pronto que quizás el día de su muerte en efecto se acercaba, pero al fin se sacudió aterrado de todas esas imaginaciones y esforzándose por emitir una voz Clara y serena le dijo a la grulla, te llamo para que me des tu consejo, pero antes dime porque no has acudido al llamado del caballo es un animal noble y excelente todo lo contrario del perro vulgar y sencillo como el pueblo.

El Consejo De La Grulla.

 La grulla hizo una gran reverencia y tras disculparse respondió, o majestad, acaso soy digna de que oigas mis palabras, pero ya que la suerte así me sonríe y tú me lo pides te responderé, la fortuna a la que nunca he podido entender no ha sido amable conmigo a cada momento, espero que una nueva desgracia caiga sobre mí, comprenderás que no puedo dar crédito a todo lo que oigo especialmente si viene de un caballo que es una criatura aristocrática que siempre lo ha tenido todo y por eso mismo sus palabras suelen ser falsas e interesadas, jamás a probado una sola gota de fidelidad o el agradecimiento, el perro en cambio es leal y sincero como la gente común, y a pesar de su sencillez sabe mostrarse fiel y agradecido con quién lo ayuda.

 Aquello sonó un tanto fuera de lugar en la reluciente sala del palacio, pero frente a la perspectiva de su muerte las insolentes palabras de la grulla empezaron a despertar una extraña luz en el corazón del Sultán, así que se animó a preguntarle si debo beber el agua de la vida.  

¿La beberás tú solamente o la compartirás con tus fieles consejeros?, dijo el ave, con ellos exclamó El Gran Sultán no puedo compartirla el genio me la ha entregado sólo a mí, es mi vida la que peligra.

¿Es así o Gran Señor como agradeces sus servicios?.

Dios te ha puesto dónde estás para que realices obras sabias y buenas, podrás seguir haciéndolas cuando tú sabios ya no estén para aconsejarte, su lealtad contiene un agua invisible quizás más valiosa que el contenido de esa copa, ella te hará eterno entre las próximas generaciones de tu reino. 

Suleiman oyó todo aquello y por un momento se quedó observando la ventana, entonces súbitamente descubrió que el azul del cielo el cual conocía de memoria en realidad no se llamaba azul sino que tenía otro nombre, para él desconocido y oscuro, con las palabras de la grulla en la mente le parecía que toda la realidad conocida, esa que había sido su reino se convirtió en una tierra extranjera, no había duda de que el ave aunque palpable como las columnas de su palacio venía de una región aún más invisible y profunda del mundo de dónde venía el genio de la copa.

 Se levantó entonces de su trono dorado y tras abrazar a la grulla y elogiarla por su enorme sabiduría anuncio a todos los presentes, que no bebería el agua de la vida y al cabo de unos días como un niño que se adentra en un jardín secreto que recién había descubierto Suleiman se despidió de todos y se marchó Hacia El misterioso reino de la muerte.

Esta historia tiene origen en el libro grandes enseñanzas publicada por El periódico Hoy