El Campesino y Los Melones
1. Cierto día un campesino recorría un camino que conducía a un pueblo y a lo lejos diviso un cultivo de melones, continuo caminando y cuando estuvo frente a este gran cultivo se introdujo en la huerta al verlos tan grandes y maduros decidió con sigilo entrar para robar estos hermosos melones.
Cuando estaba a punto de tomarlos, se puso a pensar:
Me llevaré una bolsa de melones, y los venderé como son
muy grandes me los pagaran muy bien. Con
el dinero que reciba por esta venta me compraré un gallo y una gallina.
La gallina pondrá unos bonitos huevos, los que la gallina
empollara.
Nacerán unos hermosos pollitos y pollitas. Criaré y
alimentare a estos pollitos, cuando estén
grandes venderé los pollos, el gallo y
la gallina, este dinero lo invertiré.
2. Entonces compraré un cerdo y una cerda. La cerda me
dará lechones, cuidare y alimentare a estos lechoncitos. Los lechoncitos crecerán y se harán
cerdos. Venderé el cerdo, la cerda y los cerditos y con todo este dinero compraré
un caballo y una yegua.
3. La yegua me dará un potrillo. Lo criaré, alimentare y cuando
esté grande, venderé el caballo, la yegua
y al potrillo con esta gran cantidad de dinero que me paguen.
4. Compraré una granja grande preparare la tierra y construiré
una huerta grande y allí sembraré muchos melones los regare y abonare y cuando los melones estén grandes y listos para cosechar.
5. No me los dejaré robar. Haré buena guardia. Contratare
muchos peones para que me los vigilen.
Yo me aproximaré a ellos y cuando vea un intruso tratando de robar los melones, yo les
gritaré muy fuerte que todos me escuchen lo siguiente:
« Tened cuidado.
Abrid el ojo que hay un ladrón intentando robar melones. »
6. Este campesino gritaba tan fuerte que los vigilantes
de la quinta donde estaba robando, le oyeron
gritar, que de inmediato acudieron donde él estaba y le molieron a palos.
CÓMO FUNCIONA LA MENTE DE UN LADRÓN.
El ladrón quiere robar pero que a él no le roben. El ladrón
se metió tanto en su fantasía que grito tan fuerte porque en su fantasía sentía
que se le devolvía todo lo que él le había hecho a otro.
Al principio parece casi demasiado fácil. Mientras oigo el crujir de las hojas, atravieso la puerta de atrás, cruzo el jardín y abro la puerta, sin que nadie se dé cuenta. Estoy cometiendo un delito a plena luz del día y nadie puede detenerme.
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