Tony un Joven Arrastrado por una Novilla

En la finca donde fuimos criados ubicada en la vereda de Pascata del municipio de Turmequé departamento de Boyacá Colombia colindaba con la finca de mi tío Jesús que era el hermano más allegado a mi papa, ambas fincas habían sido heredadas de mi abuelo Baltazar.

Mi papa tenía varios animales entre ellos un perrito muy bonito llamado Tony que era el único que había quedado de la última
camada de Catina una perrita blanca, este era muy inteligente y le encomendábamos la misión de mantener las gallinas fuera del almacén donde se almacenaba el trigo y el maíz

lo habíamos adiestrado muy bien. Solo bastaba una pequeña frase para que hiciera su trabajo cuando las gallinas empezaban a meterse al almacén, mi hermana Gilda le decía “Tony las gallinas” inmediatamente este las correteaba hasta que salieran del área prohibida para ellas, pero era muy cuidadoso si se dejaban alcanzar no las mordía solamente las asustaba y regresaba al lado de nosotros.

Tony era muy servicial y cuando mi papa nos mandaba a donde algún vecino a llevarle alguna razón o a pedirle un favor, Tony se levantaba de su cama, sacudía todo su cuerpo y se nos unía para acompañarnos hasta donde fuéramos, mientras caminábamos se encontraba con otros perros, los saludaba meneándoles el rabo, cuando veía perros que no eran del vecindario les gruñía, levantaba la pata y se orinaba en los morros de pasto y de nuevo nos alcanzaba y seguíamos el camino todos tres.


Cuando en la mañana nos íbamos al corte de labranza a trabajar el perrito nos acompañaba pero después regresaba a la cosa, iba y venía. Un día para distraerse un poco se le dio por molestar a una novilla  de la finca de mi tío Jesús  que estaba amarrada de una estaca, le ladraba y le ladraba hasta que a esta empezó a brincar y arranco la estaca donde estaba amarrada y en el 

jalonaso la estaca dando vueltas en el aire fue y le envolvió en la cintura de Tony y empezó a correr con el arrastrando del laso, lo único que podía hacer era aullar y tratar de mantenerse en pie pero no podía, esto llamo la atención de los obreros que estaban desyerbando las matas de papa, y empezaron a reírse al ver el espectáculo y preguntándose como logro ese perro quedar amarrado del lazo.

al rato paso la señora Sofía esposa de mi tío, entre los obreros había un señor que era muy bromista Don pastor y le dijo a la señora Sofía “Imagínese que hace un rato paso su novilla barcina con un joven amarrado de la cintura y arrastrándolo” “hay virgen santísima y por donde cogería” dijo doña Sofía pálida del susto, pensando que tal vez ese joven era yo.

Corriendo se fue a buscar muy desesperada, al rato regreso con la novilla de cabresto diciendo “solo encontré la novilla a la orilla del rio pero no encontré ningún joven”, pero otro de los obreros para evitarle la preocupación le dijo que se trataba de un joven perro, mientras todos reían y doña Sofía un poco enfadada decía “Huy que susto me dieron”, al rato regreso Tony maltrecho y quejándose del dolor de los raspones y sin ganas de volver a molestar a las novillas. Esta anécdota siempre se comentaba entre los obreros que venían a ayudarle a mi papa en la finca.

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