Bionico un Perro de Exposición

Cuentos y anécdotas
Un perro muy gracioso que nació con habilidades dignas de participar en una exposición canina en las ciudades más importantes de Colombia.

Un día mi papa trajo un perrito color cafecito claro muy bonito, era de una camada de la perrita cocola que tenía don Apóstol un vecino y compadre de mi papa, lo primero que preguntamos con la curiosidad normal de nuestra edad, fue y porque trajo otro perro y el respondió “para reemplazar a Toni” preguntamos
asustados luego que le paso a Toni, el respondió “Toni ya está viejo y mientras este perro crezca, Toni ya estará endeble y alguien debe cuidar la casa”, respiramos más tranquilos.

Preguntamos cómo se llama el perrito y mi papa dijo “mi comadre lo llama Guardián” pensamos “Que nombre tan feo para un perro tan bonito”, y empezamos a buscar nombre posibles para el perrito mientras lo concentras lo consentíamos y le dábamos cariño.

El perrito fue creciendo, a hacer travesuras entre ellas saltaba alto, cuando íbamos llevando la carretilla para traer alguno cosa que nos mandaba mi papa, el perrito de un salto se subía en ella y le gustaba que lo paseáramos, ya no tuvimos que pensar más, el nombre perfecto fue Bionico por la serie de televisión El Hombre Bionico, entre otras cosas brincaba sobre los buldóceres que estaba construyendo una carretera en el sector, esto causaba la risa de los maquinistas y los vecinos.

A veces se iba para la vereda de Chiratá donde vivía la suegra de mi hermana, en un comienzo les resultaba muy simpático pero después empezó a hacer travesuras en las casas de los vecinos y eso le genero muchos enemigos, por esta razón fue necesario prohibirle que fuera a esa vereda porque su vida corría peligro.

Siempre que nos íbamos a hacer algún mandado nos acompañaban Toni y Bionico, este último siempre buscaba treparse a las rocas más altas y demostrar su pericia.

Un día nos pusimos a jugar mi hermano y yo con Bionico como objetivo, le colocamos una pañoleta en la cabeza y se veía chistoso por que parecía una abuelita rezandera, bueno lo dejamos así y nos fuimos a hacer nuestros oficios rutinarios.

Como mi papa sabia peluquería me llamo para peluquearme o motilarme como decía, ya en el momento que termino de quitarme el pelo con las tijeras empezó a afeitarme con una cuchilla de doble hoja, estaba empezando a hacerlo cuando de repente en el jardín se apareció Bionico con su disfraz gracioso.

En ese momento solté una carcajada, mi papa me dijo que dejara de reírme porque me podía cortar por accidente, pero yo no podía sostener la risa y mi papa se enojó mucho porque pensó que me estaba riendo de él y me dijo “majadero ahora lo dejo sin afeitar por burlón”, y me toco quedarme así a medio peluquear todo por culpa de las mismas gracias que hicimos con Bionico.

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