Esta es la historia de una hermosa y diligente gallinita
que vivía con sus ocho pollitos en una ordenada casita.
Fábula Catalina La Gallina Roja.
Néstor Yaya Garzón.
Todos los domingos dedicaba todo el día a conseguir el almuerzo y a la limpieza general en su hermosa casita.
Un domingo, mientras barría la casa, encontró unos granos de trigo. —. ¡Clo, clo! Los separó de la basura, los limpió con cuidado, los metió en una bolsa y salió al patio gritando: —. ¡Clo, clo! "¿Quién me ayudara a sembrar este trigo?".
El perro respondió: "Yo no puedo porque tengo mucho
sueño. Suelta al cerdo".
El cerdo chilló y dijo: "Yo no puedo porque estoy
buscando huesos para mi almuerzo". Suelta al gato.
El gato maulló: "diciendo yo de mil amores te ayudaría,
pero no puedo porque me estoy preparando para asistir a un gran festín" Suelta
al pato.
El pato graznó: "yo encantado te ayudaría, pero no
puedo porque estoy recogiendo insectos".
Catalina la gallinita roja dijo —. ¡Clo, clo! veo que ustedes están muy ocupados no hay problema: "Entonces lo sembraré yo misma", y lo hizo con la ayuda de sus pollitos. Después de algún tiempo, el trigo estaba maduro y listo para ser cosechado.
La gallinita salió al patio y preguntó: —. ¡Clo, clo! "¿Quién puede ayudarme a cosechar el trigo?"
El perro respondió: "disculpe doña gallina, pero yo
no puedo porque me estoy quitando pulgas y siguió lamiendo su pelaje. Suelta al
cerdo".
El cerdo chilló y dijo: "yo la verdad no puedo
porque estoy tratando de dormir una siesta ". Suelta al gato.
El gato maulló: "si me hubiera avisado antes, pero
sucede que ahora no puedo porque estoy casando ratones" Suelta al pato.
El pato graznó: "Yo en este preciso momento no puedo
porque sigo recogiendo insectos".
Todos los animales de la casa respondieron con diferentes
excusas.
Catalina la gallinita roja dijo: —. ¡Clo, clo! "está bien los entiendo están muy ocupados y sin enojarse dijo entonces lo cortaré, lo trillaré yo misma y lo convertiré en grano".
Después de algún tiempo, salió al patio y preguntó:
"ya está listo el grano y necesito de un voluntario ¿Qué pueda llevar este
trigo a moler al pueblo mas cercano?"
El perro la escuchó y ladró diciendo: "No puedo
porque estoy trasnochado y rengo mucho sueño y siguió durmiendo.
El cerdo escuchó y gruñó, diciendo: "Estoy demasiado
cansado y quemado por el sol. No puedo ir y siguió descansando en la sombra".
El gato maulló: "No puedo porque me estoy preparando
para almorzar ratones".
Cuento Catalina La Gallina Roja
La gallinita dijo: —. ¡Clo, clo! "Está bien, entonces lo llevaré yo misma". Llevó el trigo al molino del pueblo más cercano y pronto la harina estuvo lista.
Regreso a casa y con cuidado y destreza, mojo la harina y amasó la masa e
hizo unas grandes hogazas de pan.
Una vez más salió al patio pensando que tal vez si conseguiría
un voluntario que le ayudara y llamó: "¿Quién puede llevar el pan para
hornear que no tenemos horno en nuestra casa y tenemos que llevarlo al pueblo más
cercano para hornearlo?"
El perro volvió a ladrar, diciendo: "yo no puedo
pues el camino es muy largo además porque todavía tengo mucho sueño", y
siguió acostado, durmiendo.
Entonces el cerdo chilló, diciendo: "yo esto muy
ocupado y no puedo porque todavía no encontré mi almuerzo", y se acostó a
dormir.
El gato maulló: "yo no puedo porque precisamente en
este momento estoy esperando a mi novia la gata candonga".
El pato respondió: "yo no puedo porque precisamente coincide
la hora en que tengo que dictar una clase de natación".
Catalina la gallinita roja dijo: "Está bien, no hay
problema entonces llevaré yo misma el pan a mandarlo hornear al pueblo más
cercano y se fue".
Después de un tiempo, regresó con una canasta llena de
pan delicioso y aromático. Este aroma delicioso llegó a la nariz del perro, al hocico
del cerdo, a las ñatas del gato y al pato, y todos corrieron hacia ella.
❤ Comparte esta historia en redes sociales y diles a
todos que la descubriste tú gracias. Déjame un comentario al final. ❤
La gallinita salió al patio y dijo: —. ¡Clo, clo! "¿Quién quiere comer pan recién horneado?" Esta vez ninguno de los animales puso escusas y antes de que pudiera terminar la oración, el perro, el cerdo, el gato y el pato estaban parados frente a ella, gritando todos al unísono "¡Yo!" - "¡Yo!" - "¡Yo!" - "¡Yo!"
La gallinita roja respondió enojada: —. ¡Clo, clo! "¡No!",
—. ¡Clo, clo! No me
ayudaron en la siembra.
—. ¡Clo, clo! No me
ayudaron en la cosecha.
—. ¡Clo, clo! No me
ayudaron en la molienda.
—. ¡Clo, clo! No me
ayudaron en la orneada.
No me
ayudaron en nada.
Cada uno de ustedes inventó una ridícula excusa cuando pedí de su ayuda, pero esta vez que es para comer hay si todos se ofrecen: Gracias, pero no me ayuden esta vez, —. ¡Clo, clo! "¡animales perezosos y holgazanes es lo que son!".
Me comeré el pan con mis pollitos", dejando a sus
vecinos mirándose unos a otros con cara de tristeza y hambre y enzima regañados.
MORALEJA:
La moraleja de la historia es que debemos estar
dispuestos a colaborar con los demás cuando pidan nuestra ayuda,
desinteresadamente, y probablemente seremos recompensados en algún momento de
la vida. La pereza solo conduce a la pobreza.
Nota: Esta historia es un recuento del cuento popular
clásico conocido como "La gallinita roja" con algunas variaciones.
Te puede gustar:
Fabula Las Peras de Oro
Fabula Catalina La Gallina Roja.
CUENTO. EL MUCHACHO Y EL VIENTO.
Leer más:
Descargar o Bajar Música en MP3
Néstor Yaya Garzón Inicio
Árbol abc
Hacer familia
La Zorra y la Cigüeña | Fábulas de Esopo
El zorro y la cigüeña | Audiocuento con valores
Fabulas y Cuentos Para Niños y Niñas extraído
De libro de cuentos antiguos de Avaro Marín
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deja Tu Comentario Aquí Debajo Yo Siempre Los Leo y los Respondo gracias