Kalimán, Los Piratas del Espacio - Capítulo 142
Cuando la aeronave se posa
en tierra, Sacha y Jazil se acercan ansiosos en busca del cuerpo de Kalimán y
descubren que sigue con vida. Sin embargo, al descender, el héroe se va de
bruces y finge estar muerto por medio del actus mortis.
El astuto Jazil ha
recibido la noticia de que Kalimán está muerto, acribillado a tiros por sus
secuaces.
Lo que él ignora es que el
Hombre Increíble ordenó al jefe de los criminales enviarle un falso mensaje
anunciando su muerte. Ahora viaja en helicóptero rumbo al Refugio Secreto para
enfrentarse a Jazil.
El astuto criminal ha
logrado que su otro prisionero, Douglas Smith, el acaudalado petrolero que fue
secuestrado, firme los documentos donde cede todas sus propiedades a Jazil.
"Bueno, bueno, perfecto. Ahora, con estos papeles, puedo regresar a Europa
y legalizar los asuntos".
Se da por hecho que usted
y Douglas Smith perecieron en un accidente a bordo de su avión, y antes de
realizar ese viaje, me vendió todas sus propiedades. Nadie podrá saber siquiera
que usted es mi prisionero y que jamás saldrá de esta isla, señor Jazil,
escucha".
"Oh sí, el
helicóptero regresa y trae a bordo el cadáver de Kalimán. Vamos a darle la
bienvenida a ese piloto. ¡Vamos, ¡Sacha, deprisa! Ahora saldremos de dudas
respecto a la verdad en torno a Kaliman". Abandonan la celda y Douglas
Smith queda inmóvil y desconcertado.
Él confiaba en la ayuda de
Kalimán, pero ahora le han dicho que está muerto. Él y todos ignoran que
Kalimán vive y que prepara su contraataque.
En este momento, las
sombras del atardecer envuelven los contornos del Refugio Secreto. La selva se
va cubriendo entre las sombras y Jazil sale presuroso seguido de Sacha hacia
una explanada cercana al refugio.
"¡Ahí está el
helicóptero! Ahora voy a disfrutar plenamente de mi triunfo. Todavía no puedo
creer que Kalimán esté muerto".
"Ya lo creerás cuando
veas su cadáver". El viaje cae en el helicóptero. "¡Vamos, idiota,
qué esperas! ¡Desciende de una vez!" Jazil acciona y grita como si pudiera
ser escuchado desde el helicóptero que vuela trazando círculos sobre el
refugio.
A bordo, Kalimán acciona
los controles mirando hacia abajo. Puede ver a Jazil y Sacha esperando en la
explanada rodeados de guardias armados.
"Ahí están, esperando
la prueba de mi muerte, miserables. Ni siquiera pueden imaginarse que estoy
vivo. Buena sorpresa les espera cuando me vean vivito".
El Hombre Increíble
acciona los controles del helicóptero en vuelo, mirando hacia abajo y
descubriendo a Jil, a Sacha y a varios hombres armados observándolo. "Y
mayor aún será su sorpresa cuando me vean caer muerto".
"El Hombre Increíble
planea realizar su peligroso experimento de "lactus mortis" o muerte
fingida. Con ello, hará creer a sus enemigos que está muerto, pero en realidad
solo es un estado de inconsciencia física en la que está latente su poderoso
cerebro.
Prolongar un poco más la
espera de Jil, dando unas vueltas sobre el refugio, continúa volando, trazando
círculos.
Ante la impaciencia y
enfado de Jil: "Pero ¿qué espera ese idiota del piloto? ¿Por qué no baja
de una vez? No estaré segura de que Kalimán ha muerto hasta ver su cadáver.
No hay duda de ello, solo
tenemos que esperar a que el helicóptero descienda en la semioscuridad del
atardecer".
"No pueden distinguir
que en el helicóptero solo viaja un hombre, y ese hombre es Kalimán. Ahí viene
de nuevo, creo que ahora sí aterrizará". El Hombre Increíble acciona los
controles del helicóptero y mira de reojo hacia abajo. "Está ansioso de
verme, le daré gusto".
Luego, Kalimán observa el
detonador de la ametralladora colocada en el helicóptero. "Recuerda, fue
atacado con esa seguían en la selva". Y observa hacia abajo. "Sería
tan fácil acabar con Jazil ahora mismo, bastaría accionar la metralladora y
darle muerte junto con Sacha".
"Pero no tendrían
oportunidad de salvarse. Una lluvia de balas caería sobre ellos". Girando
en el aire, trazando círculos sobre el refugio, Kalimán mira hacia abajo a
donde Jazil, Sacha y los guardias esperan que el aparato descienda.
"Con la mano izquierda,
acelera el timón del helicóptero, y con la mano derecha, acaricia el gatillo de
la ametralladora, observando a sus enemigos a través de la mira conectada con
la ametralladora".
"Sí, bastaría
presionar un poco para acribillar a tiros a esta gente. Acabaría fácilmente con
ellos, terminando así su imperio de terror y muerte. Son criminales que no
merecen compasión alguna. Ellos no dudarían en matarme en este momento, yo
puedo hacerlo también".
Observa a través de la
mira, su mano derecha acaricia el gatillo de la ametralladora. "Sería tan
fácil matarlos ahora, acribillarlos a tiros haciendo así justicia".
"Pero no, jamás mis
manos se han manchado con la sangre de un semejante, nunca he matado ni pienso
hacerlo". Aparta la mano del gatillo de la ametralladora y sonríe sereno.
"Debo vencer a Jazil
sin tener que matarlo. Compulso firme, acciona el timón del helicóptero y
trazando círculos, inicia el descenso justo hacia la explanada donde Jazil y
los guardias esperan".
"Poco a poco, a
marcha lenta, Kalimán acciona el helicóptero para descender y se prepara
mentalmente para su difícil experimento físico-mental del "actus
mortis" o muerte fingida". Bien, llegó el momento. No debo cometer un
solo error
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