149 KALIMAN EL HOMBRE INCREIBLE y los piratas del espacio CAPITULO 149

Kalimán, Los Piratas del Espacio - Capítulo 149

Al escuchar la voz del hombre increíble recordándole su traición, Sacha, aterrorizada, empuña su revólver y dispara en tres ocasiones. Sin embargo, como el héroe no se detiene, la mujer grita desesperadamente hasta que Jazil entra en la habitación.

Sacha, la bella mujer turca que traicionó a Kalimán, se siente angustiada al saber que el hombre increíble buscará hacer justicia en cualquier momento.

Justo cuando observa desde el ventanal de su alcoba el fuego que consume la segunda bodega del Refugio, la luz se va y quedamos en completa oscuridad.

Sin duda, Kalimán ha destruido el sistema eléctrico. Quien sea que haya entrado, la puerta se ha abierto, y Sacha mira angustiada la sombra de un hombre que entra a la alcoba.

 

"Es un placer volver a verte, Sacha", dice Kalimán, quien está allí. Sacha, temerosa y temblando en la oscuridad, busca un arma que lleva oculta entre sus ropas.

 

"Aunque estoy seguro de que me dabas por muerto, no te acerques", le advierte Kalimán mientras Sacha empuña temblorosa el revólver, mirando su sombra bajo el marco de la puerta.

 

"Tienes miedo, ¿no es cierto? Todos los criminales sienten miedo, un miedo intenso que llega al pavor cuando sus planes fracasan y están cerca del castigo", continúa Kalimán.

 

Sacha, retrocediendo hasta llegar a la pared, sostiene el revólver medio oculto entre sus ropas. Kalimán está a unos 3 metros de ella. "Tendrás que pagar por los delitos cometidos. Tú lo quisiste", le dice Kalimán.

 

Sacha dispara casi a quemarropa en la oscuridad, sin saber si ha herido a Kalimán. "Déjame, venía con intención de ayudar si estabas arrepentida", dice Kalimán, pero Sacha se niega.

 

"Estás asociada con un criminal perverso y eres tan culpable como Jazil en su cadena de delitos", le advierte Kalimán. Sacha se cubre la cara con las manos, presa de un ataque histérico.

 

Los guardias irrumpen en la habitación, iluminando con sus linternas. "¿Sacha, ¿qué sucede?", pregunta Jazil. Sacha, presa del pánico, acusa a Kalimán de intentar matarla.

 

Los guardias buscan detrás de los muebles y en la otra habitación, pero Kalimán ha desaparecido misteriosamente. Encuentran huellas de sangre que siguen un sendero hacia una ventana abierta.

 

"Saltó por la ventana", concluyen los guardias. Pero al iluminar hacia abajo, no encuentran rastro de su caída. "Debe estar cerca", dice Jazil.

 

Finalmente, deciden redoblar la vigilancia y buscar a Kalimán. Mientras tanto, Kalimán, herido, se esconde en el techo del refugio, planeando su próximo movimiento.