144 KALIMAN EL HOMBRE INCREIBLE y los piratas del espacio CAPITULO 144

Nestor Yaya

Kalimán, Los Piratas del Espacio - Capítulo 144

Al ver la sombra del hombre increíble por su ventana, Sacha se desespera y sufre un ataque de pánico que llama la atención de Jazil. Mientras tanto, escondido entre la maleza vigilando el refugio, Kalimán es descubierto por uno de los criminales.

 Kalimán ha burlado a sus enemigos por medio del peligroso experimento físico mental de Lactus Mortis o muerte fingida. Hace creer al astuto Jasil que está muerto.

El criminal lo comprueba al no encontrar pulso ni respiración, al comprobar que su cuerpo está frío y tieso, y su rostro cadavérico.

Seguro de que al fin su formidable enemigo ha muerto, lo arroja a un profundo barranco para hacer alimento de los buitres. Pero Sacha, la hermosa mujer turca, no está muy convencida de que Kalimán haya muerto, pese a que, al igual que Jasil, observó que no había señales de vida en él.

Pensativa, desde uno de los salones del Refugio, contempla la selva envuelta en las sombras de la noche, y sus dudas aumentan conforme reflexiona: "Me resisto a creer que Kalimán esté muerto.

Bien pudo ser un truco de magia; él tiene poderes sobrehumanos. Y ahora recuerdo que he visto a faquires en la India realizar actos de muerte fingida. Es posible que Kalimán nos haya engañado". De pronto, reacciona sorprendida.

Ha escuchado una risa. "¿Qué fue eso? Ay, juraría que... Que fue una risa, la risa de...". Kalimán. Contiene la respiración para escuchar con mayor claridad el murmullo de la selva nocturna. Llega hasta ella como un sonido extraño de mil voces mezcladas con el viento que baja del Norte. "¿Qué extraño? ¿Fue una risa o es producto de mi imaginación? ¿Qué extraño?". Mira inquieta hacia la selva. No se aprecia ningún movimiento humano. Se estremece como advirtiendo la presencia de alguien que está muy cerca.

"No, no, no es posible, está muerto, yo misma lo vi, palpé su cuerpo y no respiraba, su corazón había dejado de latir, estaba frío, tieso, cadavérico". "Que alguien pueda fingir la muerte con tanta perfección es una tontería pensar que... Oh, ahí está de nuevo".

Esta vez no hay duda. Alguien ríe y está muy cerca de aquí. Mira hacia la selva, sus ojos se mueven inquietos tratando de descubrir algo más.

"Sí, es su risa, la conozco perfectamente, ahí está, ahí está". Observa hacia una de las veredas que se interna en la selva. Bajo la tenue claridad de la luna llena, ve la figura de un hombre alto y atlético con traje blanco que brilla con la luz de la luna como traje de plata. "¡Es él! ¡Está ahí, está vivo! No puede ser".

La paraliza. No puede apartar la mirada de la figura humana que avanza por la vereda de la selva. "¡Está vivo, está vivo! Socorro, socorro, Sacha".

Mira sorprendida y temerosa la figura humana que avanza por la selva, mirándola fijamente. Lo advierte. Avanza lentamente, mirándola burlón. Aunque hay una distancia aproximada de 15 metros desde la ventana hasta la vereda de la selva, puede ver claramente que es Kalimán quien avanza hacia ella como un fantasma engañado. "¡Está vivo, está vivo! ¡No, no detente! ¡Socorro, socorro, macha!". "¿Qué sucede? ¿Es él? ¿Es él? ¿Está vivo? ¿Qué pasa?". "¡Está vivo, está vivo!".

Sacha responde: "Es él, es Kalimán, está vivo y viene a vengarse". "Está vivo, ¿qué dices? ¡Kalán! ¿Dónde está? ¿Ahí, ahí?".

"En la selva, viene contra nosotros, viene a vengarse". Avanza hacia la ventana, empuñando el revólver y mirando hacia donde Sacha señala. "Estás loca. No hay nadie, ¿está ahí?".

"¡Ahí, ahí está!". "Ahí, no, no veo absolutamente a nadie, ¿estás loca? Desapareció, estaba ahí hace un momento, juro que lo vi, salía de la selva y avanzaba lentamente hacia aquí, y se reía, burlón, mirándome fijamente, se reía, y pensé que iba a lanzarse sobre mí". "¡Basta! Oh, era él, estoy segura, basta, los nervios te están traicionando, Sacha, y te imaginas ver algo que no existe". "No, no, no estoy segura, ¡que era él, Kalimán, Kalimán está muerto!".

 "No, no lo sabemos, es inútil, tiene poderes sobrehumanos y bien pudo engañarnos con un truco de magia". "¡Basta! No tolero más tu histeria, Kalimán está muerto, lo sabemos perfectamente, lo comprobamos examinando su cadáver. ¿Crees que por muy hábil que haya sido, pudiera morir y resucitar a su capricho? ¡Déjate de tonterías!".

"Ahora ya no hay duda, sabemos que está muerto, su cadáver yace en el fondo de un barranco, donde será alimento de los buitres". "De acuerdo". Sacha se muerde los labios, se controla. Después de todo, ella también comprobó que Kalimán estaba muerto.

 "De acuerdo, fue sin duda mi imaginación. Sí, eso fue, por supuesto, los muertos no resucitan". Sacha respira para controlar el ánimo. Jasil sonríe burlón y guarda el revólver. "Bien, sin duda que estás atormentada por los remordimientos, no puedes olvidar que gracias a ti pude capturar a Kalimán. Vamos, Sacha, ánimo.

Después de todo, cumpliste con tu deber". "Quisiera no hablar más de esto. Sería prudente que... que enviara usted a alguien a ver si el cuerpo de Kalimán sigue donde lo dejaron". "¿Qué dices? ¿Debemos estar seguros?". "Envía a algunos guardias.